miércoles, 30 de abril de 2008

3:10 PM Summer, Jules Dassin (1966)


DVD R1
Inglés, subtítulos en Francés y Español.
88 Minutos.
Extras: ninguno.
$ 279.00
Distribución: Mixup Galerías.

Nacido en 1911 en la comunidad de Middletown, en Conneticut y figura de culto en la cinematografía universal por sus lances con la vanguardia europea, su gustosa militancia en lista negra del oscurantismo americano, sus diversos reconocimientos en Cannes o su contínua presencia como constante jurado de los más relevantes festivales europeos, Jules Dassin murió en Grecia -tierra natal de su esposa y musa, la actriz Melina Mercouri- el 31 de marzo del presente año. Aparentemente de complicaciones por algún tipo de neumonía y probablemente también, a causa de la edad. Dirigió 25 películas, a partir de 1941 y hasta 1980, y aún cuando nunca obtubo reconocimiento de la acedemia de su país siempre se le consideró uno de los artistas más destacados de la generación perdida. Famoso también por su activismo político y su compromiso con todo tipo de labores altruístas.

3:10 PM summer fue una de sus últimas diez pelícluas y muestra todo el poderío de sus dotes de realizador: breve, concisa, pletórica de belleza, poesía y además, directamente a la cabeza, con un guión que más parece argumento esbozado, eso sí, por Margarite Durás sobre una novela de su propia autoría y brindando, además, la fina presencia de Rommy Schneider, ícono galo y de la tragedia moderna. Visto a la distancia, el filme no puede ni intenta sustraerse a ese halo típico de los filmes vanguardistas y europeos de la época: líricos, delirantes, desesperados, fastalistas, pero irremisiblemente frontales, apuntando justo ahí, donde todos vemos que los cimientos de nuestras vidas y nuestra sociedad se resquebrajan sin que podamos hacer otra cosa que asistir al cuerpo de la evidencia.

La anécdota es muy sencilla: una pareja donde él es inglés y ella griega, viaja por España en un convertible donde también va su pequeña como de siete años y otra dama, una francesa amiga de ella. Esta amiga ha viajado con ellos a instancias de su amiga, la esposa, y muy pronto se hace evidente que algo se trae con él. Las cosas se dan por ese camino y curiosamente, eso ya no le gusta a María, pero ya se encuentran varados en una posada a consecuencia de una noche de tormenta y la guardia civil busca afanosamente a Rodrigo Palestra, un aldeano que ha cometido un asesinato pasional. María intenta liarse con Rodrigo e inevitablemente se desencadenan imprevisibles consecuencias, siendo evidente cierta preocupación del autor por el desplazamiento del amor que en aquellos años se empezaba a recrudecer en los distintos conjuntos sociales. En este sentido casi podría decirse que el filme es romántico, pero más allá de este romanticismo está el asunto que más que lo bonito del amor, lo que se plantea es su imposibilidad o en todo caso, más que un planteamiento idílico, el autor va por una disección un poco desesperanzada, aunque no sin cierto tinte irónico, como ciertos cortes donde cada quien habla su idioma -español, inglés, frances- y de cierto nadie entiende nada, ni personajes ni público, cuando curiosamente todos estamos hablando de lo mismo, o incluso el hecho que casi todo el filme transcurre en una oscuridad acentuada por la tormenta en una España que carece de alumbrado público, que festeja los asesinatos pasionales, que proteje al crimen en las narices de la guardia civil y que aún sin tener lugar para todos, como dirían por allá, no cesa la marcha.

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