viernes, 15 de febrero de 2008

Emerson, Lake and Palmer, Live, At Montreaux, 1997.


DVD R1
Inglés, sin subtitulos al español
$ 190.00 Pantalla Completa, 90 Minutos
No extras.
Distribución: Mixup Galerías, por encargo.

sábado, 9 de febrero de 2008

Help, Richard Lester, 1965.


DVD R0
Inglés, con subtitulos en Español, Frances, Portugues, etc.
$ 280.00 dos discos, Wide Screen, 200 minutos.
Extras: Detras de Cámaras, Entrevista Richard Lester, Trailer Original, Trailer Español.
Distribución: SAM´s Club.

Venido al mundo del audiovisual con una serie de detectives transmitida originalmente por la televisión británica en 1954, a Richard Lester le toco la suerte de dirigir al más famoso cuarteto del mundo en un par de ocasiones -a Lennon le dirigió una vez más en How I won the war- y hoy en día, como si hiciera falta, afirma que MTV le ha nombrado el padre del videoclip. Es difícil saber si esto tendrá algo de honorifico o relevante, sobre todo si se considera que el director ya formaba parte de la historia del cine por ser el autor de The knack and how to get it, filme que le colocaría a la cabeza del movimiento de los enojados jóvenes ingleses: incursión de la isla en las nuevas cinematografías de los años sesenta.

Viene al caso que a pesar de la restauración -detalladamente descrita en el disco de extras- tanto como del nuevo balance cromático añadido via digital -que accidentalmente le empata con la nueva cinta de Julie Taymour- mas la conversión del formato sonoro al sacrosanto dolby, la cinta continúa pareciendo un muy extenso video. Esto ocurre así porque seguramente lo es a pesar de que incidentalmente se narra el extraño pero divertido caso de un anillo por el cual el baterista se vuelve sujeto de persecución por una improbable horda de fanáticos religiosos y del sacrificio humano, añadiendo el toque de comedia característico no solo de este filme, sino de muchos que vinieron después de él. En México son particularmente memorables cientos de churritos de Cesar Costa, Alberto Vazquez, Angélica María y de las ibéricas Pili y Mili.

No obstante, Help!, la película, no está para nada exenta de gracia. Diez años luz después de la nostalgia y doscientos metros aparte del documental, Help! pudo volar gracias al intenso efecto beatle y a que por mucho es un filme que luce bastante inocente. A pesar de que, como ha reconocido Lester, por aquellos entonces no sólo andaban en la mota y las pastas, sino que estaban a punto de entrar en el viaje mágico y misterioso que les significo la apertura del mundo lisérgico. Queda entonces para la fanaticada la gracia de otras sonoridades para canciones ya conocidas, para versiones orquestales de temas de su película anterior, para nueva inspiración de más y más moda retro y para continuar diciendo: aquellos tiempos eran mucho mejores! Si bien los sociólogos podrán encontrar interesantes datos al respecto de la sociedad de la época.

Para los cinéfilos, aunque sea de mentiritas, siempre existirá la belleza del technicolor.

domingo, 3 de febrero de 2008

Lou Reed, Live at Montreaux, 2000.


DVD R1
Inglés sin subtitulos.
$ 180.00 TV Screen, 90 minutos.
Extras: Ninguno.
Distribución: Mixup Galerías.

Una de las cosas muy de agradecer que tiene el visionado de los conciertos que presentan algunos rockeros en el festival de jazz con más prestigio en el ámbito popular, es que, al mostrarse ante una audiencia un tanto más formal, lo hacen regularmente desprendidos de la parafernalia visual caracteristica de sus conciertos regulares. De modo que podemos centrarnos un poco más en la música que en los elementos que convierten en ídolos a músicos que regularmente no solo no tienen mayor educación musical, pues muchas veces aún adolecen de las mínimas destrezas técnicas en la ejecución de sus instrumentos.

Lou Reed, no sólo pertenece a esa hornada de rockeros surgidos al fragor de la sicodelia. Proviene de las mismísimas catacumbas del underground neoyorkino: justo donde en un solo espacio podían coincidir los personajes clave de todas las artes en los 60's. Andy Warhol, Allen Gingsberg, Niko, William Burroughs, Susan Sontag, Marcel Duchamp, Salvador Dalí, etc. Pero han transcurrido mas de cuarenta años desde entonces y si las modas cambian, mientras otras se dan al reciclaje, la presencia de Reed cobra entonces singular importancia.

Despojado del mito y la estridencia, Reed ha mantenido intacto el toque íntimista que su música poseyó desde un principio. Aunque curiosamente es difícil advertirlo y muy a pesar de que el rock, como asunto de género, se mueve en un espacio muy restringido. Sigue pareciendo como si nos hablara muy de cerca y casi al oído, casi abrazándonos, casi diciendonos las mismas cosas pero con sonoridades lejanamente distintas. Justo como una bocanada de aire fresco.

Con 16 cortes de música perteneciente a su discografía de esa era, Lou Reed Live at Montreaux 2000 es un buen pretexto para echar una nueva mirada a un músico que a pesar de mucho consiguó transformarse en artista, tal vez porque ya tenía mucho de ello cuando se introdujo en el mundo del rock, y que además ha dejado su impronta en artes tan distintas como el cine. Autores como Wim Wenders, Paul Auster, Jim Jarmush, Timothy Greenfield Sanders, Antonio Navarro, Julian Schnabel o Erik Skjoldbjaerg han acusado tanto su influencia que lo incorporaron en al menos una de sus producciones, mientras por otro lado, el músico ha permitido el uso de sus canciones en al menos 77 producciones cinematográficas y televisivas, además de ser el compositor de la música original para seis mas, y haber escrito poesía original para una muy remembrada producción para la televisión estadounidense.

Un personaje influyente.

sábado, 2 de febrero de 2008

Too much flesh (demasiada carne), Pascal Arnold, 2000.


DVD R4
Inglés, con subtítulos al español. 110 Minutos.
Video Digital a 35mm
Extras: ninguno.
Distribución: Mixup Botadero.

Durante algunos de los últimos años permaneció la versión importada de esta película en la sección correspondiente de los anaqueles de Mixup Plaza Galerías. Nadie la compraba y llamó siempre mi atención aunque con ese nombre francamente me ponía a dudar. Leía la sinopsis una y otra vez, y si la presencia de Elodie Bouchez de vez en cuando me animaba siempre la dejaba yo en el anaquel. Con ese nombre y la tendencia francesa de estrenar pornografía explícita en las salas locales había un abismo de por medio entre ella y yo, si bien nunca he ignorado que no soy una perita en dulce.

Entrando enero, en esa misma tienda habilitaron un botadero con las ofertas desde 49 hasta 99 pesos mejicanos. Mucho cine de autor y entre ellos Demasiada carne. Ahora sí, pensé, por fin descubriré que onda con esta movie y si resulta lo que siempre pensé, no habre perdido tanto. Y no perdí aunque tampoco me lamente por no haberla adquirido hace tres años al estrambótico precio de $ 349.00. Demasiada Carne es una película extraña. Con una luz bastante atractiva y un tono naturalista inesperado e inusual para un filme rodado al interior de Illinois.

Un detalle que me cayó de extraño es la explotacion de Elodie Bouchez como el estereotipo de la mujer francesa: una mujer intelectual y siempre en busca de sexo, muy proclive a la exploración formal de la promiscuidad y sinónimo de acostón de órdago. No obstante, durante el desarrollo del filme cobro conciencia que es un estereotipo que al final de cuentas esta muy vivo y con especial intensidad en las periferias de distintas provincias. Pero sobre todo advierto que es un filme donde se agolpan un puñado de situaciones sino difíciles al menos sí, poco usuales. A cuadro, el fundamentalismo religioso y el puritanismo sexual por una parte, y por otra la xenofobia y la homosexualidad latente. Detrás de cámaras, la pretensión autoral, la militancia dentro de grupos vanguardistas y la presencia icónica de los mitos del cine independiente.

No obstante la incongruencia mayor, la que raya en el mal chiste se conforma con la anécdota sobre la que se construye el filme: años atrás un joven fue señalado por su novia, durante un rapto de inexplicable locura, de poseer un pene tan grande que hacía daño, por lo cual la población femenina del condado lo marginó y le obligó a vivir en celibato durante 20 años, incluso durante su matrimonio.

Si como dicen, importa más cómo se dicen las cosas que lo que en sí se dice, la película en cierta forma se salva, si bien tiende a la confusión, a lo inverosímil y a todo aquello que nos hace experimentar un asunto que no cuaja, pero que en el camino se va tejiendo una serie de reflexiones que tampoco se puede decir que apuntan hacia ninguna parte. Quede entonces como un extraño ejemplo de lo que puede hacer un actor cuando decide ponerse detrás de cámaras y en lo único que de cierto acierta, es en no autoasignarse el rol protagónico.