viernes, 11 de enero de 2008

As tears go by (El rodar de las lagrimas), Wong Kar-Wai, 1988.


DVD R4. Cantonés con subtítulos en Español. $ 180.00
1 Disco, 102 Minutos. Ratio Aspect: 1.85: 1 Full Screen.
Extras: para nada.
Distribuido por: Mixup Galerías.


Es imposible ver este film sin sentir cierta ternura, si bien la experiencia nunca estará exenta de risa y gracia, aunque del tipo ciertamente socarrón. Y tal vez bastara decir que no es una película que haya intentado ser graciosa o romántica, pero esto tampoco sería del todo exacto. Me explico.

Inédito en México desde 1982 -en que principiara su carrera con su laureada Hubo una vez un arcoiris- sería hasta el 2000 cuando cierto público conoció su deslumbrante y poética In the mood for love, aunque el sector universitario ya tenía una no tan distante visión gracias al Festival de Verano de la UNAM que presentó, algunos años atrás Fallen Angels (1995). Puede decirse que fueron películas míticas en la medida en que despertaron todo tipo de admiración por ellas y por un cineasta descubierto casi de pronto: cualquier conjunto de adjetivos se quedaba corto. Poco después fueron conocidos algunos otros de sus largometrajes, como Happy Together (1997) y, gracias a la filantropía de Quentin Tarantino, se produjo para el mercado norteamericano otro de sus grandes hitos: Chunkin Express (1994). En pocas palabras se puede afirmar entonces que el conocimiento que se tiene de su obra, es fragmentario, retorspectivo y bastante caprichoso.

Para el tercer acto, aparece una distribuidora en México que se dice que apuesta por el mercado de calidad: Tarántula Films, que se da a conocer prestándo material para que Cineteca Nacional lo estrene en sus Muestras Internacionales de Cine y Foros y el éxito pronto les lleva al mercado de DVD's. A este segmento pertenece As tears go by, un curiosísimo film como de Yazukas y policías, a la que se intersecta una especie de historia de amor mas bien lateral y con cierto sabor incestuoso al que a su vez circunda la poética de lo irrealizable, pero que inopinadamente termina con moralina cual película acuñada por Spielberg, Katzemberg y Geffen. No obstante son evidentes, aun en esa temprana época, los rasgos que definen la obra del cineasta nacido en Shangai el 17 de Julio de 1956 y que en 2006 recibió el honor de ser nombrado jurado presidente del Festival de Cannes.

Tal vez por eso -aunque sea un tanto- resulte inusitado ver el germen de lo que serían sus más grandes obras allá por el ahora distante 2000, cuando todavía no encontraba la manera de hacerse de los derechos o los permisos para incluir su música favorita, y decidía hacer un cover en Cantonés para conservar el espíritu de nostalgía propia de su obra.

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