miércoles, 9 de enero de 2008

Grace under presure, David Mallet, 1985.


DVD Region 4, sin subtítulos. $ 230.00
1:03 minutos. 1 disco. Remastered. Full Screen.
Extras: ninguno.
Distribuido por: Mixup Galerías. Sanborns.

Me es difícil recordar mis dias postadolescentes sin la música de este trio canadiense sonando fuerte en los altavoces de una troca cualquiera en tránsito hacia la playa o las montañas. Energética y pletórica en variaciones ritmicas, esta música me proporcionó toneladas de combustible para temerarias travesías llenas de inspiración, magia y descubrimiento. Pero también momentos de gran comicidad, como cuando lograba poner atención a sus letras. ¿Cómo era posible que existieran unos individuos raros y escandalosos cantandole a las cosas mas inesperadas para la mentalidad de un tabasqueño de 14 años?

Y menciono esto de la rareza porque eran inevitables los ataques de hilaridad cuando cobraba conciencia de la extraña voz de pato lucas que ha exhibido Geddy Lee, y ya entrado en detalles, su apariencia no es para menos: me parecía una especie de duende enflaquecido a base de váyase a saber cuantos y cuales excesos.

Pero detrás de la risa venía el inevitable reconocimiento: ¿cómo podia alguien llamado Alejandro Hijodelavida tocar infernalísimos riffs combinados con sutiles arpegios y melodiosas pirotecnias digitales? Dios, estos individuos eran grandiosos.

Alguna vez que andaba de viaje por la ciudad de Cuernavaca, me acerque a saludar a un generoso amigo que allá por los 80's era uno de los pioneros que en el país se atrevía a vender discos lp's importados directamente de Houston Texas, y le solicité Permanent Waves, mismo que me había descubierto un tabasqueño amigo avezado en viajes, musica y holgazanería. Recuerdo su cara de genuina sorpresa. Jorge Curioca era un profundo y dedicado conocedor aunque un tanto decantado ya por el Jazz, y mas presto que un mago saco por debajo de su escritorio una biblia denominada Rolling Stone Record Guide y se puso a buscar la obra de marras, misma que lo condujo al grupo. Muy serio se me quedo viendo al tiempo que revisaba la información y me pregunto con gesto de genuina incredulidad mientras me mostraba lo que ya había él leído: Oye, ¿tu quieres esto?

Ante mi pasmo, me acercó su biblia y me permitió leer. Me enteré con sorpresa que estos sujetos eran absolutamente desconocidos -para el gran mercado disquero de USA- y que de acuerdo con los críticos de la revista que editaban el libro, tocaban bastante mal y feo, y que además, hablando de ventas y discos de oro y esas cosas, estaban demasiado lejos de cualquier atisbo de gloria o reconocimiento.

Con sorpresa alce mi vista y Jorge, que atento me observaba al tiempo que dijo -haciendo un gesto relativo con las manos-: no, no lo tengo. Pero siendo mi proveedor, como efectivamente lo era, me ofrecio traérselo de Houston en uno de sus viajes y tiempo después le dí hasta casi perforarlo con la bi-radial del audio technica de mi tornamesa. Por su puesto, cuando Jorge llegó, no se perdio la oportunidad de escucharlo y creo que hasta la fecha se le ha de hacer difícil imaginar cómo es que a alguien pueda gustarle algo así.

No obstante, ahora que Grace under pressure ha sido remasterizado y más alla de la nostalgía que existe en las vueltas atrás, descubro que continuaron sonando bien y que además en concierto suenan, por muy poco, igual que en estudio, y esto es algo que muy pocos músicos populares consiguen, dado el artificio desmesurado del que se hace uso en los estudios. Pero con Rush, solo gracia, energía e inspiración.

Es necesario aclarar, sin embargo, que apesar de la remasterización, por momentos se hace notorio el salto tecnológico de hace 25 años a la fecha. Y sobre todo en el área de imágen, aunque este comentario solo cabe para los puristas y no afecta la experiencia.

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